Cualquier iniciativa solidaria requiere un esfuerzo importante, más aún en un país extranjero y mucho más si se lleva a cabo en medio difícil, aislado y hostil, como lo son las montañas de Nepal.

A pesar de estar todo preparado y «atado» con antelación, los suplementos nutricionales no llegaron cuando estaba previsto, el Ministro de Defensa anuló el helicóptero que estaba comprometido para llevar la ayuda prevista al Centro Médico de Chokamparo y al colegio de Lar, la compañía EASY HELI (antes HELI EVEREST) aprovechó la coyuntura para lucrarse convenientemente, la nieve y el mal tiempo nos bloquearon a 3.300 metros, no había mulas ni porteadores para bajar dadas las condiciones Así que hemos tenido que solucionar los problemas uno a uno, día a día o, como dice Cholo Simeone, «partido a partido».

En Nepal es todo complicado; aunque tampoco más que en cualquier otro país con pobreza extrema y escasas infraestructuras. Si hemos salido adelante, ha sido porque no nos hemos rendido y hemos llamado a todas las puertas y recurrido a más de una artimaña, hasta encontrar una salida a cada uno de los muros que se nos han puesto por delante, lo que nos ha permitido:

EN EL TSUM VALLEY
– Prestar asistencia sanitaria entre Lar y Pangdun
– Entregar medicinas y un tocoecocardiógrafo en el Health Post de Lar
– Entregar medicinas y equipamiento médico por valor de 4.000 euros en el Health Post de Chokamparo
– Entregar 60 kgs de telas a las familias de Lar
– Entregar material escolar y equipamientos deportivos a los 32  niños del colegio de Lar
– Pagar el traslado en helicóptero a Kathmandu a cuatro personas que tenían que ser atendidas en el hospital

EN EL ORFANATO DE BAL MANDIR
– Hacer el seguimiento médico de los bebés
– Dar tratamiento a los niños enfermos
– Llevar al hospital de corazón a dos niñas con problemas cardiacos para exámenes complementarios
– Entregar pañales, arroz, lentejas, leches maternizadas, material escolar, uniformes, medicinas y fruta fresca para 75 niños

Con los vientos a favor, hubiéramos hecho más y mejor. Dado el contexto en que nos hemos movido, consideramos los resultados bastante buenos. A Ulises le costó diez años volver a Ítaca, pero lo consiguió.

Amparo, Jean Paul y Paco «han remado» a mi lado para solucionar cada uno de los problemas que se han presentado estos días. Mikel, Isabel y Marisol, también han arrimado el hombro. Ang y Tsering movieron hilos para reclutar a cuatro porteadores entre sus amigos y familiares. Al final, como dice Ifeanyi Onuoha,  “El trabajo en equipo es el secreto que hace que la gente común logre resultados poco comunes.”